domingo, 30 de septiembre de 2012

a mi CHARI, DE EL MIEDO DE LA AURORA


no sé donde dejar las sonrisas contigo
no sé donde guardar tus bombones heredados
los calcetines, impolutos que nunca estrenaré
me vestia de domingo cada vez que iba a verte
y era de jaramago el segundo domingo de cada mayo
era de legano fresco en la orilla del rio
esperaba cigüeñas encima de una higuera
manipulaba los carteles de cine
mientras el ronroneo de las máquinas de coser 
te bordaban mil rosas, rojas, azules, amarillas
y olia a pollo asado

en nuestro macondo, 
jamás una mujer fué tan madre sin parir
tan tierna hecha de heridas
tan dulce como tu

A golpes de dolor tendré que acostumbrarme
a no olerte en el pasillo
a no cenar sin ti,
me restas y me atrapas, y no dudes
que algún dia la muerte tendrá que darnos cuenta
del porqué te ha robado
...a mi CHARI

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