lunes, 12 de noviembre de 2012

FERNANDO013, ENSAYO SIN CORRECCIÓN

Llevaba toda la mañana insistiendo en una zambra de Caracol, mientras permanecía echado en el sofá dándole vueltas a la cabeza. Su último escrito no había sido contestado y esto parecía el diario de un loco abandonado en una esquina, reflexiones interiores para tratar de mejorar su prosa,  distorsiones visionarias de futuro incierto, gestos en la sombra, diálogos entre letras. Nada que tuviera que ver con el propósito de lo pensado; un minutero exacto con saltos de tiempo, un hueco donde quepa una respiración, un amor helado por falta de sol, irreconocible en la evidencia de la perdida de amaneceres, oculto detrás de las huellas de la luna, viciado en el abandono, feliz con su tristeza, añorando las esencias.
Perdido en un mar de dunas, santificando un nombre con imagen congelada, siendo agua de lluvia, tormenta de arena, inevitable, imprescindible...pero molesto.
Pájaro de cristal, palomas de libertad: pago caro tu amor
No quedaban promesas porque jamás se habían hecho, se prohibían definiciones, se alimentaban los juramentos para la transparencia, cuando hasta el nombre era falso. Pero tampoco se trata de arremeter con miedo, aquí no cabían papeles que repartieran y firmaran los deseos; se es libre cuando uno puede desaparecer sin ninguna explicación, se es libre cuando no se espera nada, se es libre cuando uno no se compromete, se es libre, pero también tremendamente cobarde. 
Monógamo comprometido, en otra época libertario, nacido para querer. Siempre había tratado sembrar más de lo recogido, siempre había tratado dar mejor que recibir: placer, miradas, palabras, compañía. Desde pequeño disfrutaba regalando.
Pero nada de perfecciones, totalmente prohibidas!, eso es completamente inhumano.
Cuantos miedos tengo, eso es un símbolo de inestabilidad, inseguridad, niñez, inmadurez, imperfección bendita al fin y al cabo.
El mundo es de colores, el tiempo contigo pesa mas que todos los océanos, movemos los abismos, nos infectamos de ausencias, nos dolemos, nos queremos, nos soñamos, nos damos zarpazos como tigres, agotamos las estaciones y mientras, mas me contradigo. Espero tu figura, dibujo las palabras, observo tus silencios cuando tecleas los misterios a la hora de la siesta, te presiento en el dorado de las olas, entre castillos y piedras, en ciudades romanas, oliendo a manzanilla bajo un cielo de farolillos de lunares, dejando escapar un pensamiento, soplando tu cuerpo entre un baile heredado, con ambientes de sal, dejándote la piel entre las flores de diciembre. 
  

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